lunes, 20 de junio de 2011

Asesinar al dios que mora en el tiempo

Cuando mi papá habla de dios se le hinchan las venas y la sangre se apresura a presionar las paredes de sus mejillas. Esto me parece muy curioso por que cuando yo hablo con el mío los ojos se me pierden en las órbitas y me encuentro en un estado de inalterable serenidad. Es fácil concluír que no hablamos con el mismo. El dios de mi papá va de un tipo, obviamente superior, que llena al cuerpo de pasión y la boca de palabras que siempre suenan ajenas, como robadas. El mío (y digo 'mío' no con propiedad, sino haciendo referencia que es al que a mí me visita), al contrario, me llena al cuerpo de un líquido azul parecido a un océano de petróleo y la boca la cierra para no dejarla hablar. El de él, por lo que he escuchado, es un dios de los días cotidianos que llevan implícitos la promesa de días mejores, de unos días que no son estos. El mío habla de estos días. Me hace observar. Y aunque me visite a diario, tiene la habilidad de tomar a la cotidianidad por asalto. El que me a mí me visita me ha hecho ver la luz y la oscuridad por lo que son. No me ha prometido nada, pero me ha dado todo. El que a mí me visita me ha hecho ver que el que visita a mi papá, no mora en su pecho: sino, en algún lugar de su pasado desde dónde tira de las cuerdas que ahí encuentra para hacer hablar a mi papá con el odio con que habla. Cuando finalmente le hablé a mi padre sobre mi visitante, lo tomó muy mal: No le pareció correcto que le dijera que el mío no hiciera distinción entre el bien y el mal y que, en cambio, hiciera de la negación la principal de las premisas. El que me vista me explicó que para que mi papá abriera los ojos a su presencia debía, en primer lugar, asesinar al dios que mora en el tiempo que, a su vez, se extiende en la cabeza de mi papá. Le pregunté si yo era el indicado para la tarea. Sonrío y me dijo que no todos los días los hijos estaban dispuestos a cortarle las cabezas a sus padres. Me sonrojé y me dijo que, por el momento, era mejor sólo platicar.

2 comentarios:

Rodrigo Dada dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rodrigo Dada dijo...

me like it a lot